La evacuación de Aiur
l valiente sacrificio de Tassadar había destruido a la Supermente, pero incontables zerg seguían arrasando Aiur y sin duda alguna acabarían con los protoss supervivientes. Zeratul ofreció asilo en Shakuras, el hogar adoptado de los templarios oscuros. Aunque la decisión fue difícil, el Ejecutor Artanis y los miembros supervivientes del devastado Cónclave acordaron que su primer deber era salvar tantas vidas como fuese posible.
Las fuerzas de Jim Raynor y los protoss se abrieron paso a través de los zerg hasta alcanzar una antigua entrada de los Xel’Naga, una reliquia de tiempos pasados. Con esta entrada, Zeratul abrió una vía de conexión con una segunda entrada en Shakuras. Durante la batalla, cortaron la retirada de Raynor y algunos protoss, pero Artanis y Zeratul lideraron a muchos otros protoss a través de la entrada hasta un lugar seguro en Shakuras.
Horrorizados, vieron que los zerg les habían seguido a través de la entrada. Los evacuados unieron fuerzas con sus hermanos oscuros y lucharon contra la invasión. Mientras tanto, las fuerzas de Raynor y un puñado de protoss eligieron quedarse en Aiur y cerrar la entrada para asegurarse de que los refuerzos de los zerg no lograban llegar a Shakuras. Sin salida posible, este grupo de valientes parecía estar condenado.
Aliados improbables
Raszagal Muy bien, Kerrigan. Oiremos lo que tengas que decir; pero te lo advierto: aquí no toleraremos tu perfidia.
Con tristeza, los templarios oscuros lideraron a sus visitantes hasta Raszagal, la antigua matriarca que gobernaba Shakuras. La prioridad número uno de los protoss era luchar contra la plaga de zerg que se extendía por Shakuras. Raszagal declaró que un templo Xel'Naga en Shakuras podría limpiar el planeta, pero para activarlo eran necesarios dos cristales perdidos hace mucho tiempo: el Khalis y el Uraj.
Kerrigan llegó inesperadamente e informó a los cautelosos protoss de que, con la muerte de la Supermente, ya no era la asesina despiadada que había sido. Sin embargo, los cerebrados supervivientes habían confluido para crear otra Supermente que pronto controlaría el Enjambre y transformaría a Kerrigan de nuevo en su títere.
Kerrigan se ofreció a ayudar a conseguir el Khalis y el Uraj, y Raszagal aceptó su oferta desoyendo las objeciones de Artanis y Zeratul. Los héroes protoss y Kerrigan partieron hacia el planeta Braxis, donde se encontraba el Uraj bajo protección. En su camino se encontraron con una fuerza terran desconocida que se identificaba como el Directorio de la Unión Terrestre (UED). Les ordenaron rendirse, los protoss se negaron y huyeron cuando intentaban capturarlos.
Su próximo destino era Char, donde los protoss habían localizado el Khalis, peligrosamente cerca de la Supermente en desarrollo. Haciendo frente a los zerg y a la joven Supermente, Kerrigan y los protoss recuperaron el Khalis y lo llevaron de vuelta a Shakuras.
Tragedia en Shakuras
Zeratul Aquí hay algo que no encaja. La Matriarca siempre ha tenido un alma sabia y bondadosa. Aunque su decisión tiene cierta justificación, no es algo propio de ella. Artanis Es posible, pero ahora tenemos que matar a un amigo. Que Adun nos perdone.
A su vuelta fueron informados de que algunos de los evacuados de Aiur se habían rebelado contra sus aliados, los templarios oscuros. En plena crisis, Raszagal no estaba de humor para negociar y había ordenado a los templarios oscuros que aniquilasen a los disidentes. A Zeratul la orden le pareció perturbadora, pero sus aliados obedecieron. A medida que la resistencia de los traidores desaparecía, el templario oscuro pidió que el líder rebelde se entregase. Éste se negó aludiendo que los otros protoss estaban condenados y que Raszagal ocultaba un repugnante secreto.
Antes de que el traidor pudiese dar detalles sobre su acusación, Kerrigan y sus esbirros zerg acabaron con su vida. Zeratul ordenó enfadado que Kerrigan se marchase de Shakuras. Ésta obedeció con gusto y le espetó que ya había logrado el objetivo de esta alianza. Los cerebrados se habían negado a seguirla y ahora, con la ayuda de los templarios oscuros, casi todos habían sido destruidos.
Los zerg arrasarían Shakuras a menos que los protoss liberasen el poder del templo de los Xel'Naga. Por lo tanto, los desesperados protoss decidieron hacerlo siendo conscientes de que al hacerlo asistían a Kerrigan en sus planes. Artanis y Zeratul transportaron los cristales hasta lo más alto del templo, canalizaron sus astronómicas energías y obliteraron a todos los zerg sobre la faz de Shakuras.
El descubrimiento del disruptor psiónico
Durante un tiempo, el UED había mantenido bien controladas las colonias terran del sector Koprulu. Con el descubrimiento de los protoss y los zerg, el consejo gobernante del Directorio decidió que había llegado el momento de restablecer el control sobre estos primos lejanos.
El UED envió una flota expedicionaria liderada por el almirante DuGalle. Sus órdenes eran derrotar el Dominio Terran y capturar a la joven Supermente. Primero, con la ayuda de Samir Duran y sus fuerzas de la resistencia de la Confederación, la flota del UED tomó el planeta Braxis como punto de escala. El vicealmirante Stukov, el consejero táctico de DuGalle, reclutó al grupo de Duran para el UED.
Después, DuGalle lanzó un ataque sorpresa sobre los depósitos de naves de Dylarian y se apropió de muchas de las naves de batalla del Dominio ahí acopladas. Los refuerzos del Dominio llegaron liderados por el general Edmund Duke, pero fueron sobrepasados en potencia de fuego y tuvieron que retirarse. El triunfante UED arrasó los depósitos de naves y llamó a filas a los defensores de Dylarian aún con vida.
Las fuerzas del UED se enteraron de la existencia de una misteriosa arma en el planeta Tarsonis: el disruptor psiónico, capaz de bloquear las comunicaciones zerg. Si el Dominio se hiciese con esta arma, podría evitar que el UED utilizase a los zerg tal y como tenía planeado. Por lo tanto, Duran recomendó la destrucción de esta arma y DuGalle consintió a pesar de las objeciones de Stukov.
Duran y el resto de las fuerzas del UED capturaron el disruptor psiónico, pero varios fantasmas del UED llegaron rápidamente y anunciaron que Stukov les había ordenado desmontar el dispositivo. Duran no tenía más opción que cedérselo.
El desafío de Stukov
DuGalle ¡Ja! ¿El hombre que se hace llamar "Emperador" me habla a mí de atrevimiento? Has sobrevivido con creces a tu reputación, ciudadano Mengsk. Capitán, prepárese para tomar al emperador bajo custodia.
La flota del UED se dirigió al planeta Korhal IV, capital del Dominio. Atacaron la ciudad principal de Korhal, Augustgrad, y la flota de DuGalle terminó rodeando lo que quedaba de las fuerzas de Mengsk. Las fuerzas del UED se prepararon para detener al emperador destituido, pero Jim Raynor llegó en el viejo crucero de batalla de Mengsk, el Hyperion, junto con una pequeña flota protoss. Momentos después, Raynor, sus aliados protoss y Mengsk habían escapado y la flota del UED les perseguía furiosa.
El UED siguió a Raynor y a Mengsk hasta Aiur, donde los fugitivos activaron una entrada para huir. Las energías de la entrada incitaban a los zerg que les rodeaban a atacar, y para sorpresa de Stukov, las fuerzas de Duran abandonaron su posición y dejaron a las fuerzas del UED en el planeta a merced del Enjambre. Incapaz de repeler a los zerg y capturar a Mengsk al mismo tiempo, Stukov retiró sus fuerzas para reunirse con la flota. Stukov se marchó a Braxis repentinamente.
DuGalle no podía creer que Raynor y Mengsk hubiesen escapado, y que Stukov hubiese abandonado la batalla de Aiur. Cuando el UED detectó un disruptor psiónico en Braxis, Duran llegó a la conclusión de que Stukov había montado el dispositivo de Tarsonis para sabotear los objetivos del UED. Ante la imposibilidad de negar los hechos, DuGalle ordenó a Duran encontrar y matar a Stukov.
DuGalle No me lo puedo creer, pero las pruebas son indiscutibles. Alexei ¿Qué has hecho?
Duran disparó a Stukov y después se escabulló. Herido de muerte, Stukov le reveló a DuGalle que el traidor era Duran y que seguramente habría sido infestado por los zerg. Duran había permitido que Mengsk y Raynor escapasen. Es más, Duran había sugerido destruir el disruptor psiónico que había vuelto a montar Stukov, porque estaba seguro de que era vital para salvar a los humanos de los zerg.
El mensaje de Stukov convenció a DuGalle, que estableció una guarnición en Braxis antes de liderar la flota del UED hasta Char. Las fuerzas del UED superaron las defensas de la joven Supermente y le administraron fuertes estímulos neuronales para que el UED se hiciese con el control de la Supermente.
El control del Enjambre
A medida que las drogas hacían efecto, Duran y la Reina de Espadas de repente aparecieron en medio del UED. Kerrigan se presentó como la líder de los zerg. No quedaba duda de que Duran estaba infestado. DuGalle amenazó con interrumpir su control sobre los zerg con el disruptor psiónico, pero Kerrigan dijo que destruiría el arma. Agradeció a DuGalle que hubiese acabado con Stukov y se marchó.
Al establecer una base en Char, el UED tomó el control de los esbirros de la Supermente, que constituían la mayoría del Enjambre. Este control le dio al UED una ventaja decisiva sobre Kerrigan, ya que el disruptor psiónico le impedía controlar a los zerg que aún no estaban bajo el control de la joven Supermente.
Kerrigan Lo único que puedo asegurarte, Arcturus, es que sin mi ayuda serás el emperador de tu propia celdita de ocho metros cuadrados para el resto de tu vida.
Se puso en contacto con Shakuras y convenció a Jim Raynor y a los protoss de que debían recuperar los restos de la flota del Dominio, ahora en el poder del UED. Raynor y los protoss se mantenían recelosos, pero les informó de que controlar a los zerg no era más que el primer paso en el plan del Directorio. Era inevitable que la Tierra bloquease todo el sector.
Es más, Kerrigan afirmó que no deseaba mal alguno a Mengsk. Necesitaba los emisores psiónicos de Mengsk para recuperar esbirros zerg adicionales, destruir el disruptor psiónico y derrotar a la flota del Directorio. A cambio, ofrecía ayuda a Mengsk para recuperar Korhal IV. Sin alternativas aceptables, Mengsk consintió. El plan de Kerrigan funcionó a la perfección y destruyó el disruptor psiónico.
Alianzas rotas
Kerrigan hizo honor a su parte del trato, reforzó las filas de sus esbirros zerg y ayudó a Mengsk a recuperar Korhal de manos del UED. Después, sin previo aviso, envió a los zerg contra el Dominio y los campamentos protoss. El general Duke cayó en la batalla, pero Kerrigan le perdonó la vida porque quería saborear su sufrimiento mientras ella ascendía al poder. Con respecto a Jim Raynor, escapó y juró que algún día la mataría.
Kerrigan Tienes razón, Fénix. Te utilicé para rematar el trabajo y actuaste tal y como sabía que harías. Vosotros los protoss sois tan testarudos y predecibles, sois vuestros peores enemigos. Fénix Es curioso. Recuerdo que Tassadar te enseñó una lección similar en Char.
Después Kerrigan hizo secuestrar a Raszagal y la llevaron a Char. Como era de esperar, Zeratul siguió el rastro de la matriarca de los protoss y exigió su retorno sana y salva. Kerrigan propuso un intercambio: si Zeratul y sus compatriotas destruían la joven Supermente, Kerrigan permitiría a Raszagal volver con su pueblo. Puesto que la Supermente era indiscutiblemente enemiga de los protoss al igual que de Kerrigan, Zeratul aceptó de mala gana.
Solo después de que él y sus compatriotas hubiesen destruido la Supermente, Zeratul se enteró de que Kerrigan había esclavizado y corrompido a la matriarca de los templarios oscuros. La Reina de Espadas había superado tácticamente a los protoss con maestría. Con la muerte de la Supermente y de sus cerebrados, todos los zerg del sector Koprulu volvían a estar bajo el control de Kerrigan.
Aún así los templarios oscuros se negaron a abandonar. Rescataron a Raszagal de manos de los zerg, pero los esbirros de Kerrigan rodearon la base de Zeratul antes de que los templarios oscuros pudiesen escapar con su matriarca. Cuando Kerrigan y sus esbirros se acercaban, Zeratul hirió de muerte a Raszagal para evitar que pudiese ser capturada de nuevo. En sus últimos momentos, Raszagal le dio las gracias por liberarla de la influencia de Kerrigan. Kerrigan decidió perdonarle la vida a Zeratul en vez de ofrecerle la paz de la muerte. Desconsolado por la pena y la culpabilidad, Zeratul juró que vengaría a Raszagal.
Un poder muy superior
Duran Esta criatura es el fin de un ciclo. Su papel en el orden cósmico fue augurado cuando las estrellas eran jóvenes. Contemplad la culminación de vuestra historia.
A medida que Zeratul y su gente abandonaba Char, detectaron lecturas de una energía protoss en una luna inexplorada cercana. Zeratul y otros protoss investigaron el fenómeno y vieron que alguien había estado usando la recombinación de ADN para crear híbridos con una mezcla de zerg y protoss.
En al menos un caso, el intento había tenido éxito. Observando la abominación con horror, Zeratul se sorprendió cuando un terran macho de repente se hizo visible frente a la célula de estasis. El terran se presentó como Samir Duran.
Zeratul reconoció el nombre y le preguntó si Kerrigan había instigado el proyecto de híbridos. Duran negó la acusación y dijo que servían a un poder superior. Los híbridos zerg-protoss eran el último paso en un inmenso ciclo que llegaba a su fin. Sembrados en miles de mundos diferentes, los híbridos se despertarían ahora y el universo cambiaría para siempre. Profundamente desazonado, Zeratul y el resto de los protoss volvieron a su nave y continuaron su camino hacia Shakuras.
La ascensión de Kerrigan
La Reina de Espadas pronto hizo frente a otra amenaza, y no le hizo ninguna gracia descubrir que Duran había desaparecido en el momento menos oportuno. Aparentemente Arcturus Mengsk se habría cobrado un par de favores y había logrado montar una nueva flota. Artanis también se había transportado hasta la zona con una flota de naves protoss desde Shakuras. Y en último lugar, pero no menos importante, el almirante DuGalle estaba encabezonado en derrotar a la mujer detrás del plan de la muerte de Stukov.
DuGalle Me subestimas en gran medida, querida. Kerrigan Nada de eso, admirante. Verás, en estos momentos... Soy prácticamente la Reina Zorra del Universo. Y ni uno solo de tus soldaditos o naves se interpondrá en mi camino de nuevo.
Kerrigan había dado una lección a las tres flotas y éstas no volverían a cometer el error de menospreciar al Enjambre. Enfrentados a una derrota inminente, Mengsk y Artanis se vieron obligados a retirarse del campo de batalla. Por fin quedó claro que la flota del UED no podría lograr la victoria que se les había escapado a las otras dos flotas. DuGalle se ofreció a rendirse si Kerrigan perdonaba la vida de sus soldados. La Reina de Espadas, sin embargo, no tenía interés alguno en hacer prisioneros. Al contrario, le dijo a DuGalle que dirigiese sus naves hacia la Tierra y que huyesen. Le daría una ventaja razonable antes de enviar al Enjambre tras ellos.
DuGalle y sus dañadas naves obedecieron, ya que no tenían otra opción. A bordo del buque insignia Aleksander, DuGalle escribió una última carta a su mujer. Su misión era un fracaso. Los zerg no habían perdido ni un ápice de poder; los mundos de las colonias no habían sido conquistados. Su orgullo había matado a Stukov y había llevado a la flota del Directorio a esta situación desesperada.
El almirante se suicidó poco antes de que las fuerzas de Kerrigan tomasen y arrasasen con la flota del UED. Ni una sola de las naves del Directorio alcanzó la Tierra para informar de los acontecimientos que habían tenido lugar en el sector Koprulu.
Secuela
a Reina de Espadas no se regocijó en autosatisfacción tras su victoria. Siguió velando por el Enjambre desde el núcleo de su colmena en Char. La Guerra de Razas le propició el dominio del sector Koprulu. La expansión explosiva inicial de los zerg pasó a ser durante cuatro años un silencio que hacía presagiar algo, pero ninguna expedición de exploración enviada a mundos controlados por el Enjambre ha sobrevivido para informar de lo que allí vio.
Por lo tanto, sólo se puede especular sobre lo que la Reina de Espadas ha estado haciendo, o lo que ha buscado durante estos últimos cuatro años. Muchos creen que los zerg aumentan su fuerza e investigan nuevos organismos antes de la próxima ofensiva. Otros sostienen que Kerrigan ha estado conteniéndose gracias al atisbo de humanidad que queda en lo más profundo de la criatura en la que se ha convertido. Aquellos que se han enfrentado a su furia despiadada saben que no son más que ilusiones.
En el frente terran
Mengsk y sus fuerzas se habían reagrupado en Korhal IV. Su prioridad era reconstruir el Dominio Terran. Kerrigan se había convertido en un nuevo objetivo de venganza y siempre le había gustado trabajar con un objetivo concreto en mente. Desde entonces, el Dominio se había convertido en la fuerza más poderosa entre las facciones terran, y había tomado el poder de muchos de los mundos de la Confederación original.
La Asociación Kel-Morian y el Protectorado umojan se habían estado preparando para la inevitable guerra, bien con los zerg, bien con Mengsk. El destacamento especial del UED había sido destruido casi por completo en la Guerra de Razas, solo algunos grupos aislados de supervivientes se mantienen ocultos en el sector Koprulu.
Jim Raynor ha liderado un movimiento de resistencia contra el Dominio, pero no ha logrado ningún éxito. Arcturus Mengsk ha usado sus mejores armas —los medios y la propaganda— para marginar los esfuerzos de Jim. Raynor parece estar perdiendo la fe, bebe mucho y los fantasmas de su pasado le obsesionan. Nunca se ha perdonado que los zerg capturasen a Kerrigan.
Reintegración de la raza protoss
Los protoss evacuados desde Aiur han estado luchando para recuperarse de la pérdida de su planeta natal mientras buscan formas de integrar su sociedad y la de los templarios oscuros, que consideran Shakuras su hogar. La transición ha sido difícil para ambas partes y el nombre de Raszagal ha tenido que ser invocado más de una vez para mantener la paz.
El viejo Cónclave ha desaparecido y en su ausencia muchos protoss han comenzado a buscar liderazgos y una identidad en sus afiliaciones tribales ancestrales. Con el pueblo protoss trabajando conjuntamente como hicieron otrora y estudiando la tecnología Xel'Naga de Shakuras, los protoss han visto grandes avances tecnológicos que les facilitarían una continuación de la guerra contra los zerg.
Los recuerdos de Raszagal han invadido a Zeratul, que además se siente angustiado por su encuentro con Samir Duran y el híbrido zerg-protoss que aparentemente Duran había estado creando. Poco después de decir adiós a Raynor en Shakuras, Zeratul abandonó el planeta y no se sabe nada de él desde hace años. A día de hoy aún intenta entender qué presagia Duran y el híbrido que estaba creando. Últimamente ha descubierto algo que puede tener relación con los Xel'Naga, los creadores de ambos protoss y zerg, y busca nuevas pruebas que desentrañen el misterio.