sábado, 27 de junio de 2009

StarCraft II


La evacuación de Aiur

l valiente sacrificio de Tassadar había destruido a la Supermente, pero incontables zerg seguían arrasando Aiur y sin duda alguna acabarían con los protoss supervivientes. Zeratul ofreció asilo en Shakuras, el hogar adoptado de los templarios oscuros. Aunque la decisión fue difícil, el Ejecutor Artanis y los miembros supervivientes del devastado Cónclave acordaron que su primer deber era salvar tantas vidas como fuese posible.

Las fuerzas de Jim Raynor y los protoss se abrieron paso a través de los zerg hasta alcanzar una antigua entrada de los Xel’Naga, una reliquia de tiempos pasados. Con esta entrada, Zeratul abrió una vía de conexión con una segunda entrada en Shakuras. Durante la batalla, cortaron la retirada de Raynor y algunos protoss, pero Artanis y Zeratul lideraron a muchos otros protoss a través de la entrada hasta un lugar seguro en Shakuras.

Horrorizados, vieron que los zerg les habían seguido a través de la entrada. Los evacuados unieron fuerzas con sus hermanos oscuros y lucharon contra la invasión. Mientras tanto, las fuerzas de Raynor y un puñado de protoss eligieron quedarse en Aiur y cerrar la entrada para asegurarse de que los refuerzos de los zerg no lograban llegar a Shakuras. Sin salida posible, este grupo de valientes parecía estar condenado.

Aliados improbables
Raszagal Muy bien, Kerrigan. Oiremos lo que tengas que decir; pero te lo advierto: aquí no toleraremos tu perfidia.

Con tristeza, los templarios oscuros lideraron a sus visitantes hasta Raszagal, la antigua matriarca que gobernaba Shakuras. La prioridad número uno de los protoss era luchar contra la plaga de zerg que se extendía por Shakuras. Raszagal declaró que un templo Xel'Naga en Shakuras podría limpiar el planeta, pero para activarlo eran necesarios dos cristales perdidos hace mucho tiempo: el Khalis y el Uraj.

Kerrigan llegó inesperadamente e informó a los cautelosos protoss de que, con la muerte de la Supermente, ya no era la asesina despiadada que había sido. Sin embargo, los cerebrados supervivientes habían confluido para crear otra Supermente que pronto controlaría el Enjambre y transformaría a Kerrigan de nuevo en su títere.

Kerrigan se ofreció a ayudar a conseguir el Khalis y el Uraj, y Raszagal aceptó su oferta desoyendo las objeciones de Artanis y Zeratul. Los héroes protoss y Kerrigan partieron hacia el planeta Braxis, donde se encontraba el Uraj bajo protección. En su camino se encontraron con una fuerza terran desconocida que se identificaba como el Directorio de la Unión Terrestre (UED). Les ordenaron rendirse, los protoss se negaron y huyeron cuando intentaban capturarlos.

Su próximo destino era Char, donde los protoss habían localizado el Khalis, peligrosamente cerca de la Supermente en desarrollo. Haciendo frente a los zerg y a la joven Supermente, Kerrigan y los protoss recuperaron el Khalis y lo llevaron de vuelta a Shakuras.

Tragedia en Shakuras
Zeratul Aquí hay algo que no encaja. La Matriarca siempre ha tenido un alma sabia y bondadosa. Aunque su decisión tiene cierta justificación, no es algo propio de ella. Artanis Es posible, pero ahora tenemos que matar a un amigo. Que Adun nos perdone.

A su vuelta fueron informados de que algunos de los evacuados de Aiur se habían rebelado contra sus aliados, los templarios oscuros. En plena crisis, Raszagal no estaba de humor para negociar y había ordenado a los templarios oscuros que aniquilasen a los disidentes. A Zeratul la orden le pareció perturbadora, pero sus aliados obedecieron. A medida que la resistencia de los traidores desaparecía, el templario oscuro pidió que el líder rebelde se entregase. Éste se negó aludiendo que los otros protoss estaban condenados y que Raszagal ocultaba un repugnante secreto.

Antes de que el traidor pudiese dar detalles sobre su acusación, Kerrigan y sus esbirros zerg acabaron con su vida. Zeratul ordenó enfadado que Kerrigan se marchase de Shakuras. Ésta obedeció con gusto y le espetó que ya había logrado el objetivo de esta alianza. Los cerebrados se habían negado a seguirla y ahora, con la ayuda de los templarios oscuros, casi todos habían sido destruidos.

Los zerg arrasarían Shakuras a menos que los protoss liberasen el poder del templo de los Xel'Naga. Por lo tanto, los desesperados protoss decidieron hacerlo siendo conscientes de que al hacerlo asistían a Kerrigan en sus planes. Artanis y Zeratul transportaron los cristales hasta lo más alto del templo, canalizaron sus astronómicas energías y obliteraron a todos los zerg sobre la faz de Shakuras.

El descubrimiento del disruptor psiónico

Durante un tiempo, el UED había mantenido bien controladas las colonias terran del sector Koprulu. Con el descubrimiento de los protoss y los zerg, el consejo gobernante del Directorio decidió que había llegado el momento de restablecer el control sobre estos primos lejanos.

El UED envió una flota expedicionaria liderada por el almirante DuGalle. Sus órdenes eran derrotar el Dominio Terran y capturar a la joven Supermente. Primero, con la ayuda de Samir Duran y sus fuerzas de la resistencia de la Confederación, la flota del UED tomó el planeta Braxis como punto de escala. El vicealmirante Stukov, el consejero táctico de DuGalle, reclutó al grupo de Duran para el UED.

Después, DuGalle lanzó un ataque sorpresa sobre los depósitos de naves de Dylarian y se apropió de muchas de las naves de batalla del Dominio ahí acopladas. Los refuerzos del Dominio llegaron liderados por el general Edmund Duke, pero fueron sobrepasados en potencia de fuego y tuvieron que retirarse. El triunfante UED arrasó los depósitos de naves y llamó a filas a los defensores de Dylarian aún con vida.

Las fuerzas del UED se enteraron de la existencia de una misteriosa arma en el planeta Tarsonis: el disruptor psiónico, capaz de bloquear las comunicaciones zerg. Si el Dominio se hiciese con esta arma, podría evitar que el UED utilizase a los zerg tal y como tenía planeado. Por lo tanto, Duran recomendó la destrucción de esta arma y DuGalle consintió a pesar de las objeciones de Stukov.

Duran y el resto de las fuerzas del UED capturaron el disruptor psiónico, pero varios fantasmas del UED llegaron rápidamente y anunciaron que Stukov les había ordenado desmontar el dispositivo. Duran no tenía más opción que cedérselo.

El desafío de Stukov
DuGalle ¡Ja! ¿El hombre que se hace llamar "Emperador" me habla a mí de atrevimiento? Has sobrevivido con creces a tu reputación, ciudadano Mengsk. Capitán, prepárese para tomar al emperador bajo custodia.

La flota del UED se dirigió al planeta Korhal IV, capital del Dominio. Atacaron la ciudad principal de Korhal, Augustgrad, y la flota de DuGalle terminó rodeando lo que quedaba de las fuerzas de Mengsk. Las fuerzas del UED se prepararon para detener al emperador destituido, pero Jim Raynor llegó en el viejo crucero de batalla de Mengsk, el Hyperion, junto con una pequeña flota protoss. Momentos después, Raynor, sus aliados protoss y Mengsk habían escapado y la flota del UED les perseguía furiosa.

El UED siguió a Raynor y a Mengsk hasta Aiur, donde los fugitivos activaron una entrada para huir. Las energías de la entrada incitaban a los zerg que les rodeaban a atacar, y para sorpresa de Stukov, las fuerzas de Duran abandonaron su posición y dejaron a las fuerzas del UED en el planeta a merced del Enjambre. Incapaz de repeler a los zerg y capturar a Mengsk al mismo tiempo, Stukov retiró sus fuerzas para reunirse con la flota. Stukov se marchó a Braxis repentinamente.

DuGalle no podía creer que Raynor y Mengsk hubiesen escapado, y que Stukov hubiese abandonado la batalla de Aiur. Cuando el UED detectó un disruptor psiónico en Braxis, Duran llegó a la conclusión de que Stukov había montado el dispositivo de Tarsonis para sabotear los objetivos del UED. Ante la imposibilidad de negar los hechos, DuGalle ordenó a Duran encontrar y matar a Stukov.

DuGalle No me lo puedo creer, pero las pruebas son indiscutibles. Alexei ¿Qué has hecho?

Duran disparó a Stukov y después se escabulló. Herido de muerte, Stukov le reveló a DuGalle que el traidor era Duran y que seguramente habría sido infestado por los zerg. Duran había permitido que Mengsk y Raynor escapasen. Es más, Duran había sugerido destruir el disruptor psiónico que había vuelto a montar Stukov, porque estaba seguro de que era vital para salvar a los humanos de los zerg.

El mensaje de Stukov convenció a DuGalle, que estableció una guarnición en Braxis antes de liderar la flota del UED hasta Char. Las fuerzas del UED superaron las defensas de la joven Supermente y le administraron fuertes estímulos neuronales para que el UED se hiciese con el control de la Supermente.

El control del Enjambre

A medida que las drogas hacían efecto, Duran y la Reina de Espadas de repente aparecieron en medio del UED. Kerrigan se presentó como la líder de los zerg. No quedaba duda de que Duran estaba infestado. DuGalle amenazó con interrumpir su control sobre los zerg con el disruptor psiónico, pero Kerrigan dijo que destruiría el arma. Agradeció a DuGalle que hubiese acabado con Stukov y se marchó.

Al establecer una base en Char, el UED tomó el control de los esbirros de la Supermente, que constituían la mayoría del Enjambre. Este control le dio al UED una ventaja decisiva sobre Kerrigan, ya que el disruptor psiónico le impedía controlar a los zerg que aún no estaban bajo el control de la joven Supermente.

Kerrigan Lo único que puedo asegurarte, Arcturus, es que sin mi ayuda serás el emperador de tu propia celdita de ocho metros cuadrados para el resto de tu vida.

Se puso en contacto con Shakuras y convenció a Jim Raynor y a los protoss de que debían recuperar los restos de la flota del Dominio, ahora en el poder del UED. Raynor y los protoss se mantenían recelosos, pero les informó de que controlar a los zerg no era más que el primer paso en el plan del Directorio. Era inevitable que la Tierra bloquease todo el sector.

Es más, Kerrigan afirmó que no deseaba mal alguno a Mengsk. Necesitaba los emisores psiónicos de Mengsk para recuperar esbirros zerg adicionales, destruir el disruptor psiónico y derrotar a la flota del Directorio. A cambio, ofrecía ayuda a Mengsk para recuperar Korhal IV. Sin alternativas aceptables, Mengsk consintió. El plan de Kerrigan funcionó a la perfección y destruyó el disruptor psiónico.

Alianzas rotas

Kerrigan hizo honor a su parte del trato, reforzó las filas de sus esbirros zerg y ayudó a Mengsk a recuperar Korhal de manos del UED. Después, sin previo aviso, envió a los zerg contra el Dominio y los campamentos protoss. El general Duke cayó en la batalla, pero Kerrigan le perdonó la vida porque quería saborear su sufrimiento mientras ella ascendía al poder. Con respecto a Jim Raynor, escapó y juró que algún día la mataría.

Kerrigan Tienes razón, Fénix. Te utilicé para rematar el trabajo y actuaste tal y como sabía que harías. Vosotros los protoss sois tan testarudos y predecibles, sois vuestros peores enemigos. Fénix Es curioso. Recuerdo que Tassadar te enseñó una lección similar en Char.

Después Kerrigan hizo secuestrar a Raszagal y la llevaron a Char. Como era de esperar, Zeratul siguió el rastro de la matriarca de los protoss y exigió su retorno sana y salva. Kerrigan propuso un intercambio: si Zeratul y sus compatriotas destruían la joven Supermente, Kerrigan permitiría a Raszagal volver con su pueblo. Puesto que la Supermente era indiscutiblemente enemiga de los protoss al igual que de Kerrigan, Zeratul aceptó de mala gana.

Solo después de que él y sus compatriotas hubiesen destruido la Supermente, Zeratul se enteró de que Kerrigan había esclavizado y corrompido a la matriarca de los templarios oscuros. La Reina de Espadas había superado tácticamente a los protoss con maestría. Con la muerte de la Supermente y de sus cerebrados, todos los zerg del sector Koprulu volvían a estar bajo el control de Kerrigan.

Aún así los templarios oscuros se negaron a abandonar. Rescataron a Raszagal de manos de los zerg, pero los esbirros de Kerrigan rodearon la base de Zeratul antes de que los templarios oscuros pudiesen escapar con su matriarca. Cuando Kerrigan y sus esbirros se acercaban, Zeratul hirió de muerte a Raszagal para evitar que pudiese ser capturada de nuevo. En sus últimos momentos, Raszagal le dio las gracias por liberarla de la influencia de Kerrigan. Kerrigan decidió perdonarle la vida a Zeratul en vez de ofrecerle la paz de la muerte. Desconsolado por la pena y la culpabilidad, Zeratul juró que vengaría a Raszagal.

Un poder muy superior
Duran Esta criatura es el fin de un ciclo. Su papel en el orden cósmico fue augurado cuando las estrellas eran jóvenes. Contemplad la culminación de vuestra historia.

A medida que Zeratul y su gente abandonaba Char, detectaron lecturas de una energía protoss en una luna inexplorada cercana. Zeratul y otros protoss investigaron el fenómeno y vieron que alguien había estado usando la recombinación de ADN para crear híbridos con una mezcla de zerg y protoss.

En al menos un caso, el intento había tenido éxito. Observando la abominación con horror, Zeratul se sorprendió cuando un terran macho de repente se hizo visible frente a la célula de estasis. El terran se presentó como Samir Duran.

Zeratul reconoció el nombre y le preguntó si Kerrigan había instigado el proyecto de híbridos. Duran negó la acusación y dijo que servían a un poder superior. Los híbridos zerg-protoss eran el último paso en un inmenso ciclo que llegaba a su fin. Sembrados en miles de mundos diferentes, los híbridos se despertarían ahora y el universo cambiaría para siempre. Profundamente desazonado, Zeratul y el resto de los protoss volvieron a su nave y continuaron su camino hacia Shakuras.

La ascensión de Kerrigan

La Reina de Espadas pronto hizo frente a otra amenaza, y no le hizo ninguna gracia descubrir que Duran había desaparecido en el momento menos oportuno. Aparentemente Arcturus Mengsk se habría cobrado un par de favores y había logrado montar una nueva flota. Artanis también se había transportado hasta la zona con una flota de naves protoss desde Shakuras. Y en último lugar, pero no menos importante, el almirante DuGalle estaba encabezonado en derrotar a la mujer detrás del plan de la muerte de Stukov.

DuGalle Me subestimas en gran medida, querida. Kerrigan Nada de eso, admirante. Verás, en estos momentos... Soy prácticamente la Reina Zorra del Universo. Y ni uno solo de tus soldaditos o naves se interpondrá en mi camino de nuevo.

Kerrigan había dado una lección a las tres flotas y éstas no volverían a cometer el error de menospreciar al Enjambre. Enfrentados a una derrota inminente, Mengsk y Artanis se vieron obligados a retirarse del campo de batalla. Por fin quedó claro que la flota del UED no podría lograr la victoria que se les había escapado a las otras dos flotas. DuGalle se ofreció a rendirse si Kerrigan perdonaba la vida de sus soldados. La Reina de Espadas, sin embargo, no tenía interés alguno en hacer prisioneros. Al contrario, le dijo a DuGalle que dirigiese sus naves hacia la Tierra y que huyesen. Le daría una ventaja razonable antes de enviar al Enjambre tras ellos.

DuGalle y sus dañadas naves obedecieron, ya que no tenían otra opción. A bordo del buque insignia Aleksander, DuGalle escribió una última carta a su mujer. Su misión era un fracaso. Los zerg no habían perdido ni un ápice de poder; los mundos de las colonias no habían sido conquistados. Su orgullo había matado a Stukov y había llevado a la flota del Directorio a esta situación desesperada.

El almirante se suicidó poco antes de que las fuerzas de Kerrigan tomasen y arrasasen con la flota del UED. Ni una sola de las naves del Directorio alcanzó la Tierra para informar de los acontecimientos que habían tenido lugar en el sector Koprulu.

Secuela

a Reina de Espadas no se regocijó en autosatisfacción tras su victoria. Siguió velando por el Enjambre desde el núcleo de su colmena en Char. La Guerra de Razas le propició el dominio del sector Koprulu. La expansión explosiva inicial de los zerg pasó a ser durante cuatro años un silencio que hacía presagiar algo, pero ninguna expedición de exploración enviada a mundos controlados por el Enjambre ha sobrevivido para informar de lo que allí vio.

Por lo tanto, sólo se puede especular sobre lo que la Reina de Espadas ha estado haciendo, o lo que ha buscado durante estos últimos cuatro años. Muchos creen que los zerg aumentan su fuerza e investigan nuevos organismos antes de la próxima ofensiva. Otros sostienen que Kerrigan ha estado conteniéndose gracias al atisbo de humanidad que queda en lo más profundo de la criatura en la que se ha convertido. Aquellos que se han enfrentado a su furia despiadada saben que no son más que ilusiones.

En el frente terran

Mengsk y sus fuerzas se habían reagrupado en Korhal IV. Su prioridad era reconstruir el Dominio Terran. Kerrigan se había convertido en un nuevo objetivo de venganza y siempre le había gustado trabajar con un objetivo concreto en mente. Desde entonces, el Dominio se había convertido en la fuerza más poderosa entre las facciones terran, y había tomado el poder de muchos de los mundos de la Confederación original.

La Asociación Kel-Morian y el Protectorado umojan se habían estado preparando para la inevitable guerra, bien con los zerg, bien con Mengsk. El destacamento especial del UED había sido destruido casi por completo en la Guerra de Razas, solo algunos grupos aislados de supervivientes se mantienen ocultos en el sector Koprulu.

Jim Raynor ha liderado un movimiento de resistencia contra el Dominio, pero no ha logrado ningún éxito. Arcturus Mengsk ha usado sus mejores armas —los medios y la propaganda— para marginar los esfuerzos de Jim. Raynor parece estar perdiendo la fe, bebe mucho y los fantasmas de su pasado le obsesionan. Nunca se ha perdonado que los zerg capturasen a Kerrigan.

Reintegración de la raza protoss

Los protoss evacuados desde Aiur han estado luchando para recuperarse de la pérdida de su planeta natal mientras buscan formas de integrar su sociedad y la de los templarios oscuros, que consideran Shakuras su hogar. La transición ha sido difícil para ambas partes y el nombre de Raszagal ha tenido que ser invocado más de una vez para mantener la paz.

El viejo Cónclave ha desaparecido y en su ausencia muchos protoss han comenzado a buscar liderazgos y una identidad en sus afiliaciones tribales ancestrales. Con el pueblo protoss trabajando conjuntamente como hicieron otrora y estudiando la tecnología Xel'Naga de Shakuras, los protoss han visto grandes avances tecnológicos que les facilitarían una continuación de la guerra contra los zerg.

Los recuerdos de Raszagal han invadido a Zeratul, que además se siente angustiado por su encuentro con Samir Duran y el híbrido zerg-protoss que aparentemente Duran había estado creando. Poco después de decir adiós a Raynor en Shakuras, Zeratul abandonó el planeta y no se sabe nada de él desde hace años. A día de hoy aún intenta entender qué presagia Duran y el híbrido que estaba creando. Últimamente ha descubierto algo que puede tener relación con los Xel'Naga, los creadores de ambos protoss y zerg, y busca nuevas pruebas que desentrañen el misterio.

La historia Continua ... Brood War



Las cenizas de Aiur

Sólo han pasado unos días desde que el héroe Protoss, Tassadar, se sacrificó para destruir a la vil Supermente Zerg. Como consecuencia de la apocalíptica destrucción de la Supermente, el mundo Protoss de Aiur quedó devastado y estéril. Muchos de los Zerg sin mente que sobrevivieron a la espantosa batalla empezaron a recorrer sin control los campos calcinados de Aiur.

El Cónclave, que había gobernado las tribus Protoss durante miles de años, quedó destruido junto con casi el 70% de la población de Aiur. Por ello, sólo quedó un puñado de héroes para cuidar de los acosados supervivientes de su mundo. El Judicator Aldaris, el Admiral Fénix., el Templario OscuroZeratul y su compañero Terran James Raynor se agruparon para unir y liderar a los dispersos supervivientes. Pero los Zerg, lanzados a su malvada mente genocida, seguían matando a todos los Protoss que encontraban.

Aunque el destino había conspirado en su contra y habían perdido casi todo lo que querían, los valientes héroes Protoss jamás perdieron la esperanza de que algún día llegaría su liberación.

Ese dia llego en cuando Jim Raynor y Zeratul escapan de Aiur con algunos sobrevivientes y los pocos Templarios que aun quedaban entre los escombros de sus templos, ellos huyeron hacia Sakuras, el planeta de destierro de los Templarios Oscuros, donde pensaban formar una pequeña base junto con los otros templarios para luego poder volver a Aiur y restaurar su gran civilizacion.


El emperador y su dominio

Mientras la lucha titánica entre los Protoss y los Zerg llegaba a su punto culminante en el planeta Aiur, Arcturus Mengsk tomó medidas para consolidar su propio poder dentro del recién creado Dominio Terran. Tras coronarse a sí mismo emperador del Dominio, todas las colonias Terran dentro del Sector Koprulu quedaron unidas bajo un solo gobierno soberano por primera vez. Con el general Edmund Duke de su lado, Mengsk no encontró oposición por parte de ninguna de las principales milicias Terran del sector. Tras haber reforzado los ejércitos del Dominio reclutando por la fuerza a los guerreros que quedaban de la difunta Confederación Terran, Mengsk se dispuso a fortalecer los diversos mundos que tenía a su cargo. Cuando concluyó la última batalla en Aiur y los Zerg se esparcieron caóticamente por todo el sector, Mengsk se preguntó qué habría sido de su antigua teniente, Sarah Kerrigan... la supuesta Reina de Espadas...

El plan final

A años luz de distancia, muy lejos de la épica lucha entre los Protoss y los Zerg, los guardianes del planeta Tierra observaban y esperaban. Los rebeldes Terran del Sector Koprulu no conocían el hecho de que todos sus movimientos habían quedado registrados desde su exilio de La Tierra. La Liga de Poderes Unidos o el LPU (United Powers League), la inmensa institución burocrática que gobernaba La Tierra y sus planetas hermanos, había estudiado los lentos avances y las feroces luchas internas de las colonias de Koprulu durante generaciones.

La LPU había sido testigo silencioso de la fundación de la Confederación Terran y de los múltiples conflictos entre las diversas milicias Terran. En términos generales, la LPU se conformaba con observar a sus inconscientes colonos sin interferir directamente en sus asuntos. Sólo cuando se descubrió la existencia de especies alienígenas en el Sector Koprulu, la LPU decidió por fin emprender acciones decisivas.

Nunca hasta entonces se había encontrado la humanidad con especies alienígenas de ningún tipo. Por ello, este hecho sin precedentes provocó el pánico generalizado en la LPU. Con independencia de lo que les ocurriera a las sacrificables colonias de Koprulu, la LPU no podía dejar que unos alienígenas invadiesen la Tierra. Así nace el "Directorio de Unión Terrestre" (DUT). Adoptando una postura más activa y militarista con respecto al asunto alienígena, el DUT dedicó todos sus considerables recursos al estudio de los alienígenas y sus maniobras. Después de hacer un seguimiento de los Protoss y los Zerg durante varios meses, el DUT obtuvo datos sobre los puntos débiles y fuertes de las dos razas. Creyendo que eran capaces de enfrentarse a cualquier ataque de los alienígenas, el DUT organizó una fuerza militar expedicionaria para acabar con el conflicto de Koprulu por todos los medios necesarios.

La fuerza expedicionaria, al mando del brillante almirante Gerard DuGalle, tenía además un objetivo secundario. El almirante DuGalle tenía orden de hacerse con el control de las crías Zerg y utilizarlas para apaciguar la actividad de los Protoss en el sector. Al hacerlo, garantizaría la supervivencia y la prosperidad de la humanidad en toda la galaxia.


La resistencia.

Después del sacrificio de Tassadar, los Zerg se encuentran gravemente desorganizados en el planeta nativo de los Protoss aunque siguen siendo muy numerosos. Excepto algunas fuerzas Protoss lideradas por Jim Raynor y el Pretor Fénix que permanecieron en Aiur contraatacando a los Zerg, el resto de los refugiados de la armada Protoss se retiró a Shakuras, el planeta de los Templarios Tétricos, utilizando un portal interdimensional a pesar de la negativa del Judicator Aldaris, antiguo líder del ahora devastado Cónclave.

De todas formas, a pesar de los esfuerzos de Raynor y Fenix, los Protoss son perseguidos por los Zerg hasta allí. Los Protoss y los Templarios Tétricos, con la asistencia de la matriarca de los Templarios Tétricos, Raszagal, aceptan a regañadientes unirse a las fuerzas Zerg de Sarah Kerrigan después de que ella explicara que es libre del control de la Supermente y que una nueva Supermente está creciendo en el planeta Char. Kerrigan les propone asesinarla antes de que alcance la madurez. A cambio, los Protoss piden un favor: recuperar dos cristales. Estos dos antiguos cristales, contienen los poderes de los Altos Templarios y de los Templarios Tétricos y deben ser recuperados para derrotar a los Zerg en Shakuras.

Los dos cristales son descubiertos y la Supermente es mutilada para frenar su crecimiento. Durante la batalla, una gran flota Terran del lejano Directorio de Unión Terrestre (DUT) interviene, y Aldaris, confundido aún por su alianza con la Reina de Espadas y la confianza que el Templario Tétrico deposita en ella, reune ayuda y declara la guerra a las fuerzas de Zeratul y al Templario Tétrico. Cuando Aldaris está a punto de revelar el porqué de su alianza, Sarah Kerrigan lo asesina y posteriormente ella es desterrada de Shakuras. Los dos cristales, imbuidos con el poder de los dos templarios son fusionados en el templo Xel'Naga de Shakuras. Las dos energías se unen y destruyen a todos los Zerg del planeta, salvando a los Protoss.

El Puño de Hierro.

El jugador se une a la fuerza expedicionaria del Directorio de Unión Terrestre (DUT) que pretende dominar los mundos Terran de este sector pero sus acciones despóticas pronto convierten a varias facciones de Zerg y Protoss en sus enemigos. Su primer enemigo en caer es el Dominio de Arcturus Mengsk, conquistado por las fuerzas del DUT en la capital de Korhal, su planeta.

Raynor consigue rescatar a Mengsk antes de que sea capturado por el DUT y los dos escapan al planeta de origen de los Protoss, Aiur, donde algunas fuerzas Protoss dispersas y lideradas por él y Fenix siguen en guerra contra los restos de la invasión Zerg. Después, el DUT los persigue hasta este planeta pero es incapaz de localizarlos porque escapan por un portal dimensional Protoss. Si bien divididos por las sospechas de un espía humano infectado por los Zerg, Samir Duran, que vuelve al Almirante DuGalle contra su segundo de abordo, el Vice Almirante Stukov y lo convence de matarlo, el DUT consigue capturar y esclavizar a la nueva Supermente y controlar el enjambre Zerg al final se descubre que el verdadero traidor era Duran y que desde un principio quería destruir el disruptor psiónico y matar al vicealmirante .

La Reina de Espadas.

Con la gran flota DUT controlando un número creciente de Zerg, Sarah Kerrigan se encuentra gravemente amenazada. Viéndose como una víctima y con el combinado Zerg-DUT como mayor enemigo (y después del concienzudo uso de amenazas y rehenes), Kerrigan y su nuevo aliado Samir Duran logran ayuda, aunque no con mucho agrado, del disperso Dominio Terran de Mengsk y de las fuerzas Protoss que permanecieron en Aiur y no viajaron a Shakuras, lideradas por Raynor y Fénix. Esta alianza consigue reconquistar el desierto de Korhal del control del DUT gracias a su supuesto trato con el emperador Mengsk, pero después de conseguir la victoria, Kerrigan se vuelve en contra de cada uno de sus aliados uno a uno, resultando muertos Fénix y el general Edmund Duke.

Seguidamente, las fuerzas de Kerrigan llegan al planeta originario de los Templarios Tétricos, Shakuras, y consiguen capturar a la matriarca, Raszagal. Con la matriarca como prisionera, Kerrigan persuade a Zeratul para que la ayude a destruir la Supermente controlada por el DUT. La Supermente es asesinada por el templario tétrico y Kerrigan obtiene el control absoluto sobre el enjambre Zerg. Antes de la desaparición de la Supermente se descubre que Raszagal ha sido infectada por Kerrigan, incluso antes de la llegada de Zeratul a Shakuras, y que ha sido utilizada como un simple señuelo de Kerrigan todo el tiempo (cosa que sospechó Aldaris antes de ser asesinado por Kerrigan). Esto obliga a Zeratul a asesinar a Raszagal delante de sus narices. Después de todo esto, Kerrigan derrota a los Protoss, al DUT y la flota del Dominio Terran en una batalla épica singular y se consagra como la fuerza dominante del Sector Koprulu.

Antes de la gran batalla de este capítulo, Samir Duran desaparece misteriosamente para el enfado de Kerrigan. Ella no lo sabe pero el jugador puede llegar a saberlo en un escenario secreto llamado "Orígenes oscuros". La alianza de Samir Duran con Kerrigan fue otro engaño de él. Secretamente, Duran ha estado realizando experimentos para crear híbridos Zerg/Protoss y sus instalaciones se encuentran repartidas por la zona. Además, él es descubierto por Zeratul y el resto sus fuerzas dispersas. Samir Duran revela que está trabajando en la creación de una nueva fuerza todavía sin nombre. Advierte a Zeratul que el híbrido que ha descubierto es uno de tantos y que llevará sus experimentos hasta el final.

viernes, 26 de junio de 2009

Terran



Introducción

Aunque la tecnología y la cultura mundial habían progresado mucho durante todo el siglo veinte, sus avances no pueden compararse a los desarrollos casi temerarios que le siguieron. Al final del siglo veintiuno, el ser humano había sido testigo de atrevidos caminos. Tecnologías radicalmente nuevas aparecían a increíbles velocidades, ofreciendo el acceso a ordenadores avanzados y bases de datos de información hasta los países más necesitados de la tierra. Tras la caída del Comunismo los Países del Este, en poco tiempo hubo cantidad de armas nucleares disponibles. La estructura de poder internacional, definida originalmente por la adquisición de capital y la superioridad militar, quedó destruida cuando los países del tercer mundo se levantaron para desafiar al poder militar de las superpotencias mundiales. Como las manipulativas ciencias de la cibernética, de la clonación y del encolado genético habían ido apareciendo paulatinamente en el foro público, grupos de militares humanistas y religiosos de línea - dura se enfrentaron a las corporaciones de intereses privados que se beneficiaban de la experimentación genética. Miles de personas habían sido equipadas con implantes cibernéticos y otras muchas empezaban a manifestar ligeras mutaciones físicas, desde elevados sentidos a telepatía avanzada. Estos dramáticos cambios en la reserva genética humana desataron una gran alarma entre las facciones humanistas principales. La tecnología siguió desarrollándose, y los índices de población aumentaron. Al final del siglo veintiuno había seis billones de personas en la Tierra, y en sólo trescientos años, la población había aumentado en veintitrés billones. La contaminación la falta de recursos naturales y combustibles asequibles aún empeoraban más las cosas mientras los lideres mundiales buscaban la forma de detener el crecimiento de la población en sus respectivos países. El sentimiento popular era que el mundo se dirigía a una inevitable catástrofe porque la superpoblación y la alteración genética lo invadían todo. Mientras tanto, a medida que crecían las tensiones internacionales en cuanto al uso y capitalización de las mutaciones genéticas y cibernéticas, muchos sistemas económicos internacionales se replegaron sobre si mismos y se cerraron. Se produjeron horribles actos de terrorismo entre el sector corporativo y las facciones humanistas, obligando a acciones de fuerza de la policía por todo el mundo. La irresponsable cobertura informativa de los medios de comunicación de estas atroces acciones policiales, extendieron el caos civil ya existente en muchos de los países más grandes. Finalmente la precaria balanza del poder mundial estalló en un pandemónium internacional.

El Nuevo orden

El 22 de noviembre del 2229, fue fundada la Liga de Poderes Unidos o el UPL (United Powers League). El UPL iba a convertirse en la última reencarnación de la humanidad unida, que en su día habían representado las Naciones Unidas. Este Nuevo Orden consiguió regular y controlar casi el 93 por ciento de la población mundial, a excepción de unos cuantos estados aislados de Sudamérica. El UPL fue fundado en base el "socialismo iluminado", pero solía recurrir a duras y fascistas acciones para mantener el orden público. Tras ocho años de control, el UPL decidió poner en marcha una dura agenda que unificaría las diferentes culturas de la humanidad para siempre. Llevó mucho tiempo erradicar los últimos restos de separatismo racial, y las Comisiones Unidas prohibieron muchas de las religiones más antiguas del mundo. El inglés fue declarado el idioma común del planeta, reemplazando éste a muchas viejas lenguas que posteriormente fueron prohibidas en sus países de origen. Aunque las religiones fueron vetadas oficialmente por el UPL, la organización tenía una creencia casi religiosa en la supuesta "divinidad del ser humano". Este dogma trajo consigo la inmediata eliminación de cualquier mutación o prótesis vital para conseguir una reserva de genes humanos de la máxima pureza. Los defensores y eruditos de la línea dura del UPL pensaban que la alteración genética, la cibertecnología y el uso de drogas psicoactivas llevaba a la degeneración de la especie humana. Los líderes del UPL desarrollaron un atrevido plan que aseguraría la supervivencia de una humanidad, limpia de la tentadora corrupción de las tecnologías radicales.

La gran purificación

Como las sangrientas inquisiciones que devastaron Europa hace cientos de años, el UPL puso en marcha uno de los planes más violentos jamás concebidos por la humanidad: el Proyecto Purificación. Esta cruzada genocida fue la solución final del gobierno a la cuestión de limpiar a la humanidad de sus facetas más degeneradas. Las tropas del UPL recorrieron todos los países de la tierra, derrotando a los disidentes, a los hackers, a los sintéticos a los cibernéticamente mejorados, a los tecno-piratas y a los criminales de todo tipo. Esta clasificación a nivel mundial supuso la eliminación de casi 400.000.000 de personas. Los medios de comunicación en todo el mundo, ahora bajo el estricto control del UPL negaron la horrible violencia perpetrada y mantuvieron a la población de la Tierra ignorante de las atrocidades que se estaban cometiendo. A pesar de sus criminales actos, el UPL cosechó numerosos éxitos en muchas tecnologías básicas. Campos de investigación que habían permanecido dormidos durante décadas fueron reabiertos bajo el control del UPL. Los programas de exploración espacial de mediados del siglo veinte, abandonados por los gobiernos Norteamericano y Ruso debido a la reducción drástica de sus presupuesto y al continuo sabotaje político, se convirtieron el la base de una nueva era de la exploración para la humanidad. La combinación de la hibernación criogénica con la tecnología warp (transporte a través del tiempo) ofreció la posibilidad de viajar entre las estrellas. En sólo cuarenta años, el UPL fundó colonias en la Luna y en muchos otros planetas del sistema Solar Terran. Durante este período, un brillante y joven científico llamado Doran Routhe, decidió consolidar su poder dentro del UPL. No interesado en las vulgaridades del Proyecto Purificación, Routhe estaba obsesionado por fundar colonias en los mundos que se encontraban más allá del Sector Terran. Routhe estaba convencido de que el descubrimiento de nuevos minerales y de fuentes de combustible alternativas lo convertiría en uno de los hombres más influyentes de la tierra. A través de sus conexiones políticas y de su fortuna personal, Routhe consiguió que miles de prisioneros del UPL fueran utilizados como conejos de indias para sus planes secretos. Los prisioneros, destinados a ser ejecutados en masa por edicto del Proyecto Purificación, fueron llevados a los laboratorios privados de Routhe. Routhe, que planeaba el envío de prisioneros como colonos de los mundos remotos, hizo que sus equipos científicos prepararan a unas 56.000 para la hibernación criogénica a largo plazo. Tras catalogar las diversas mutaciones y mejoras cibernéticas de los prisioneros, Routhe introdujo todos los datos en un revolucionario super-ordenador. Este Sistema de Análisis Logístico Telepático Artificial, conocido como ATLAS (Artificial Tele-empathic Logistics Analisys System), procesó toda esta información genética y fue capaz de predecir cuáles de los prisioneros podrían sobrevivir a la dura prueba a la que se deberían enfrentar. Sólo 40.000 de los prisioneros fueron considerados hábiles para sobrevivir a las duras condiciones y esos 40.000 prisioneros fueron cargados en cuatro supertransportes automatizados de espacio profundo, gargantuan. Mientras los prisioneros estaban sie ndo preparados para su "frío sueño" criogénico, las naves fueron cargadas con suficientes suministros, raciones y hardware para ayudarles cuando llegaran a sus destinos previstos. El ordenador Navegación fue programado entonces con las coordenadas del lejano planeta de Gantris VI. Todo parecía esta perfectamente preparado, y ni siquiera Routhe podía imaginarse que los prisioneros no eran lanzados a una muerte casi segura al Cerco de la galaxia.

Los exiliados y el largo sueño

El ATLAS fue instalado en el primero de los supertransportes, el Nagglfar. Los tres transportes - el Argo, el Sarengo, y el Reagan - fueron programados para seguir al Nagglfar cuando éste fuera lanzado al vacío espacio hacia Gantris VI. Previsto originalmente como un viaje de un año este plazo nunca se cumplió. En un momento del viaje, los sistemas de navegación incorporados al ATLAS se apagaron, borrando no sólo las coordenadas de Gantris VI, sino también las de la Tierra. Las cuatro naves, con su indefensa carga éxtasis, viajaron ciegamente por el espacio a velocidades warp (transporte espacio - temporal) durante casi 30 años. Durante este viaje, que las futuras generaciones llamarían "El largo sueño", el ATLAS siguió monitorizando a los humanos en éxtasis criogénica. Evaluando las numerosas mutaciones y mejoras encontradas en la reserva de genes de los prisioneros, ATLAS descubrió en potente agente mutagénico que existía en el DNA de algunos de ellos. Aunque esta mutación aparecía en menos del uno por ciento de los prisioneros conseguían sobrevivir en sus nuevos entornos, muchos de ellos podrían beneficiarse de esta mutación psiónica en sólo unas pocas generaciones. Estos descubrimientos fueron grabados y enviados de vuelta a la tierra, directamente a los registros Doran Routhe. Finalmente, los motores warp (espacio-temporal) de los cuatro supertransportes alcanzaron su fusión crítica y tras veintiocho años de viaje, las enormes naves emergieron al espacio real, junto al cerco de un sistema estelar habitable. A unos 60.000 años luz de la Tierra con sus motores destruidos y sus baterías de soporte vital casi agotadas las naves accionaron sus protocolos de emergencia y se dirigieron a los mundos habitables más próximos de sistema. El Reagan y el Sarengo acabaron en un mundo que sería llamado Umoja. El Sarengo que había sufrido enormes daños durante su descenso atmosférico, se estrello contra el planeta matando a sus 8.000 pasajeros. El Reagan tubo más suerte, ejecutando un descenso controlado y aterrizando intacto. Tras el aterrizaje de la nave las cámaras del "frío sueño" quedaron desactivadas y los pasajeros que aun vivían empezaron a despertarse lentamente. Los pasajeros intentando recordar donde estaban y cuánto tiempo habían "dormido", descubrieron que por alguna razón el ATLAS había borrado toda la información de su viaje de los bancos de los ordenadores. El Argo aterrizó en el mundo rojo de Moria. Sus pasajeros corrieron el mismo destino que los del Reagan porque toda la información relacionada con su estado actual había sido borrada. Sólo los pasajeros del Nagglfar pudieron acceder a los ordenadores de la nave para conocer su viaje. Tras preguntarle al ATLAS, confirmaron sus sospechas de que no volverían a ver la Tierra porque aunque habían aterrizado en le templado planeta de Tarsonis, el Nagglfar había quedado totalmente destruido. Los exiliados que habían sobrevivido esparcidos ahora por los tres mundos, salvaron lo que pudieron de sus arruinadas naves en un intento por proveerse nuevos entornos.

La confederación y el nuevo mundo

Los habitantes de cada planeta trabajaron duramente para sobrevivir en lo que ellos llamarían el "Nuevo Mundo". Ignorantes de que sus otros compañeros también habían conseguido prosperar en otros mundos del sistema, los nómades Terran crecieron con los escasos recursos que pudieron encontrar. Tras perder los medios para comunicarse a través de distancias interplanetarias cuando sus naves fueron desmontadas en busca de materiales esenciales, los Terran vivieron aislados durante décadas. En un espacio de tiempo relativamente corto, los tres grupos de Terran fundaron colonias hermanas en sus respectivos mundos, y aunque tendrían que pasar 60 años más antes de que las tres colonias pudieran volver a reunirse por viajes espaciales, cada una de ella creció y formo prosperas comunidades autónomas. Tarsonis, la colonia más grande y tecnológicamente avanzada, pronto desarrollo motores sub-warp (espacio-temporal) de segunda generación. Esto permitió a sus naves explorar los innumerables y asolados planetas del sistema solar que les rodeaba, y finalmente acabaron encontrando a los otros supervivientes del Largo Sueño. Una vez reunidas, las tres colonias se beneficiaron del comercio mutuo y de los tratados comerciales. Aunque Tarsonis siguió insistiendo en que Umoja y Moria se unieran y formaran un solo gobierno, las dos colonias se negaron firmemente. Y las flotas de Tarsonis siguieron explorando el espacio Terran, que acabo siendo llamado el sector Koprulu. Tras encontrar otras prosperas colonias en otros siete mundos del sistema la fuerza militar de Tarsonis creció rápida e imparablemente. Un nuevo gobierno, llamado la Confederación Terran, fue fundado por las colonias Tarsonian. La colonia Morian, que disponía de las mayores operaciones mineras del sector, empezó a temer que este nuevo poder de la Confederación intentara ocuparla y regular sus lucrativas operaciones. Y fue así como se formó la asociación Kel-Morian, un sospechoso aliado de la corporación dispuesto a ofrecer apoyo militar a cualquier Gremio Minero que fuera oprimido por la política de la Confederación. Pero finalmente surgieron tensiones entre la Confederación y la Asociación que llevaron al estallido de la Guerra de los Gremios Terran. La Guerra de los Gremios duró casi cuatro años hasta que la Confederación pacto la paz con la Asociación. Aunque la Asociación siguió manteniendo su autonomía, casi todos su Gremios Mineros fueron anexionados como partes de la Confederación. La colonia Umojan, tras ver los enormes abusos de que era capaz la confederación fundó el protectorado de Umojan; una milicia nacionalizada cuyo objetivo sería liberar a la colonia de la tiranía de la Confederación. En un análisis final, la Guerra de los Gremios consolidó la dominante posición de la Confederación dentro de la estructura de poder Terran. El poder de la Confederación siguió creciendo con el paso de los años, mientras los "Prospectores" se anexionaban un mundo tras otro en su atrevida expansión. Poco a poco empezaron a aparecer grupos de piratas y organizaciones radicales de milicias, mientras las agencias de aplicación de la ley seguían abusando de los ciudadanos. Una de las mayores revueltas contra la política de la Confederación fue la Rebelión Korhal.

La Rebelión de Korhal

Korhal era uno de los mundos principales de la Confederación, poblado originalmente por colonos Tarsonian. Korhal, un mundo de abundancia y de ilustración, contribuyo en gran medida a los avances militares y tecnológicos de la Confederación. Aunque la Confederación de beneficio de la continua productividad de Korhal, los ciudadanos de la colonia rechazaban su obligada afiliación a los normalmente corruptos Senadores de la Confederación. En un intento por mantener su independencia los ciudadanos de Korhal instigaron numerosas revueltas contra la milicia confederada local. Los confederados respondieron apropiadamente y declararon la ley marcial en toda la colonia. Esto solo consiguió agitar aun más a la población, escalando el conflicto a nivel de caos civil. La Confederación pensó que si su colonia más preciada y mimada conseguía revelarse contra ellos, entonces todas sus colonias también se revelarían. Así que decidió que la crisis de Korhal debía terminar como fuera. Korhal sería un ejemplo para todas las ot ras colonias de la confederación de su poder absoluto sobre ellas. El dinámico Senador Korhalian, Angus Mengsk, fue el encargado de formalizar los sentimientos de sus ciudadanos y compañeros ante la Confederación. Su grito de libertad resonó con fuerza entre su gente cuando Mengsk declaró la guerra contra la Confederación. Levando a los Korhalians a un frenesí paranoico, el senador consiguió capturar todos los puestos de la Confederación en Korhal. Tras sus declaraciones de que la Confederación no tenía ningún poder sobre el mundo de Korhal, Mengsk consiguió ganarse el respeto y la admiración de muchas otras colonias también en lucha. La Confederación, en un intento por contener la situación, reunió a sus fuerzas estacionadas en Korhal y sacó a su flota de los cielos. Mengsk y los otros líderes de la revuelta creyendo que habían ganado su independencia, celebraron su victoria contra la Confederación. Los confederados conscientes de que la pérdida de Korhal podría instigar a las otras colonias a rebelarse, decidieron retomar el planeta a través de medios más sutiles. Los Confederados enviaron a tres de sus más temibles asesinos, conocidos solamente como Fantasmas, para que eliminaran a Mengsk y a sus seguidores en Korhal. El cuerpo decapitado del Senador, junto con los de su mujer e hija, aparecieron a la mañana siguiente en la balconada privada de su torre-fortaleza. La cabeza de Mengsk jamás fue encontrada. Aunque el asesinato influyó enormemente en el debilitamiento de la revuelta de Korhal, también avivo el fuego que acabaría fraguando al mayor enemigo al que se enfrentaría la Confederación. A Arcturus Mengsk, un reconocido Prospector de la Confederación y un hombre de negocios, no le sentaron muy bien las noticias de la muerte de su familia. Como Prospector de la Confederación durante años, Arcturus sabía que esta era capaz de todo con tal de conseguir sus objetivos. Aunque no solía interesarse por la política del Sector, se asusto y en cierta forma se sintió avergonzado por las acciones de su padre en Korhal. Sin embargo, él nunca pensó que su familia sería asesinada solo para demostrar algo. Sus muertes rasgaron algo en el interior del joven Arcturus, que lo llevó a rechazar su prometedor futuro y a seguir el solitario camino de la venganza. Reuniendo a los distintos grupos de militantes que habían seguido a su padre contra la Confederación, Arcturus consiguió un ejercito bastante grande, aunque algo mísero. Los seguidores de Mengsk atacaron valientemente varias bases e instalaciones, que le costaron a la Confederación billones de créditos en hombres, maquinas y equipo. Tras los rumores de una alianza secreta entre el grupo de Mengsk y el protectorado de Umojan el gobierno Confederado decidió acabar de una vez y por todas con este problema, y desde la lejana capital Confederada de Tarsonis, fue disparada una salva de mil misiles nucleares de clase Apocalipsis contra el planeta Korhal. Durante este salvaje ataque murieron unos 4.000.000 de personas, y en un instante, la prospera colonia de Korhal quedo convertida en una esfera super-caliente de cristal oscurecido de se agitados fantasmas. La noticia del holocausto sorprendió a Mengsk en una base secreta situada dentro de las fronteras del Protectorado de Umojan. Tras perderlo todo, salvo la venganza, Arcturus y aquellos que estaban reunidos con él en ese triste día, juraron solemnemente destruir a la Confederación como fuera. Tras tomar el nombre de los Hijos de Korhal, Arcturus y su grupo de voluntarios renegados pronto se hicieron famosos como los fugitivos más buscados del Sector. Luchando silenciosa y rápidamente, los Hijos de Korhal consiguieron innumerables victorias sobre la Confederación. Pero por cada victoria ganada en nombre de la justicia, Arcturus era invariablemente presentado como un loco y un terrorista por todos los medios de comunicación controlados por la Confederación, y la mayoría de las colonias se negaron a alojar u ofrecer sus servicios a nadie relacionado con ese grupo ilegal. Sin embargo, a pesar de las casi insuperables barreras y de la escandalosa opinión publica recibida, Mengsk jamás se rindió en su lucha contra los Confederados. Los Hijos de Korhal siguieron desconcertando a las agencias de aplicación de la ley en su continua misión de liberar el Sector.

La guerra

Los diversos poderes de la colonia y las milicias de piratas siguieron luchando contra las fuerzas Confederadas. Aunque muchos de estos grupos solían discutir entre ellos, en general, la presencia Terran dentro del Sector Koprulu seguía reforzándose y expandiéndose. Pero estas insignificantes peleas acabaron pronto al verse inmersa las colonias Terran en una lucha de épicas proporciones. Sin previo aviso, una flota de cincuenta naves de guerra alienígenas descendió de los cielos sobre la colonia remota Confederada Chau Sara. Las enormes naves abrieron fuego contra las ignorantes colonias y no cesaron hasta aniquilar todos los emplazamientos habitados del planeta. Este ataque sin precedentes tomó a las fuerzas Confederadas por sorpresa, llevando a las asustadas flotas Terran a huir a la desbandada. Aunque los Terran del Sector jamás se habían encontrado con especies alienígenas de ningún tipo, corrieron para defenderse de sus nuevos y misteriosos enemigos. La Confederación lanzó un torpe contraataque contra la flota alienígena en su viaje hacia el segundo planeta Terran de Mar Sara. La flota alienígena, identificándose como los Protoss, retiró misteriosamente sus fuerzas y dejo la colonia. Al poco tiempo una segunda y aterradora presencia alienígena fue descubierta a las afueras de Mar Sara. Estos nuevos invasores, que parecían insectos, eran muy diferentes a los Protoss que habían atacado la colonia hacía poco tiempo. Ninguna agencia Terran podría soportar la molesta presencia no de una, sino de dos razas alienígenas extrañas dentro de sus colonias. Asolados por un terror paranoide colectivo y sobrecargados por sus propias luchas internas, las indefensas facciones Terran tan solo podían ver como una marea siempre en aumento de invasores alienígenas se habría camino hasta el corazón mismo del Sector Terran, asolado por la guerra.

Protos



Los Xel'Naga los primeros Nacidos



Aunque solamente quedan pequeños fragmentos de documentación, los antiguos textos Protoss, hablan de una raza muy avanzada que gobernó en miles de mundos de la galaxia, hace decenas de millones de años. Se rumoreaba que esta enigmática raza, frecuentemente llamada los Xel'Naga, o los "viajeros de la lejanía", habían sembrado y cultivado miles de especies diferentes en los fríos y estériles mundos dentro de su dominio. Las tradiciones Protoss mantienen que los Xel'Naga eran una raza pacífica y benevolente, totalmente dedicada al estudio y la propagación de la evolución sensible dentro del universo. No se sabe nada del origen de los Xel'Naga, salvo que no eran nativos de la galaxia que dominaban. Obsesionados con conseguir la forma de vida perfecta, los Xel'Naga se esforzaron en crear una criatura que estuviera definida por una marcada "pureza de forma". Durante miles años dirigieron los delicados procesos evolutivos de sus especies en ciernes. A pesar de que sus prolongados experimentos produjeron muchas desvi aciones y mutaciones intrigantes, las razas que los Xel'Naga cultivaban nunca satisfacían sus gigantescas esperanzas. Al final desesperados, los Xel'Naga concentraron sus esfuerzos frustrados en el mundo más prometedor de todos los que habían construido. Aiur, un enorme mundo jungla en el extremo de la galaxia, en el que había nacido una raza de seres muy avanzados. Estos seres eran increíblemente adaptables a condiciones naturales y climáticas duras. Su fuerza y su velocidad no tenían igual entre las razas que los Xel'Naga conocían. La raza había desarrollado una sociedad tribal rudimentaria basada en la caza en grupo y reglas de guerreros. No obstante, su aspecto más característico era que se comunicaban unos con otros a través de un modo muy complejo de telepatía instintiva que les permitía trabajar en comunidad con gran eficacia. Los Xel'Naga estaban contentos con los avances de su ultima creación y reconocieron que la nueva raza era el primero de todos sus experimentos en evolucionar más allá de las rest ricciones salvajes de las formas de vida más básicas. Para distinguir su ascensión en el orden galáctico, los Xel'Naga dieron a la nueva raza el nombre de Protoss o "los Primeros Nacidos". Los primeros Protoss vivían en armonía, recluidos en el mundo de Aiur durante cientos de generaciones, sin conocer nunca de la existencia de los criadores Xel'Naga que les observaban desde lejos. Aunque los Protoss eran la especie más avanzada que surgió, los Xel'Naga todavía no estaban satisfechos con sus lentos avances y decidieron que era adecuado llevar la evolución de los Protoss más allá. Los Xel'Naga emplearon otro milenio más guiando sutilmente los pasos de sus hijos, hasta que al final tuvieron éxito llevando a los Protoss a un estado de sensibilidad y conciencia totales. Los Primeros Nacidos gradualmente se convirtieron en seres altamente intelectuales e introspectivos, consiguiendo niveles muy altos, no solo en sus avances culturales, sino también en los avances personales e individuales. Exultantes con su aparente éxito, los Xel'Naga finalmente se dieron a conocer a los Protoss, sin sospechar en el caos que estaba por venir


La Partida y El Eón del Conflicto



La civilización Protoss se extendió por la faz de Aiur en tan solo unos miles de años, terminando con las tribus rivales acatando un gobierno centralizado. En un intento de discernir la extensión de la evolución de su creación, los Xel'Naga habían bajado de los cielos e integrado en la cultura Protoss. La llegada de los Xel'Naga parece que unió más a las tribus desperdigadas, ya que los Protoss, extremadamente contentos, buscaban en sus ancianos creadores nuevas verdades e ideas. Los Xel'Naga se maravillaban por la disposición de los Protoss de sondear los misterios del universo que los rodeaba. Los Protoss abrigaban una sed insaciable de conocimientos que los llevó a desarrollar tendencias radicales y progresivas de estudio científico y metaneural. A medida que crecían su entendimiento y su conciencia personal, los Protoss se hicieron excesivamente orgullosos y empezaron a dar mayor valor a los logros individuales que al avance comunitario. Las tribus con más éxito empezaron a aislarse unas de otras, cada un a buscando definir sus propios roles, no sólo dentro de su sociedad inmediata, sino también en el universo más amplio. A medida que las tribus se separaban más y más, los Xel'Naga se tabaleaban de frustración. Especulaban si no habrían presionado demasiado la evolución de los Protoss y con ello echado a perder la pureza de su creación. Muchos Xel'Naga creían que los Protoss habían perdido uno de sus puntos fuertes, ya que los egos individuales habían superado a la primitiva unión comunitaria. Las Tribus, movidas por búsquedas individualistas, hicieron resurgir sus propios principios y ritos ancestrales para separarse aún más de sus hermanos. Olvidando el tiempo en el que sólo había temor y reverencia ante sus creadores, empezaron a crecer sospechas entre las Tribus sobre el interés de los Xel'Naga en sus asuntos. A medida que pasaban los meses en Aiur, los Protoss empezaron a sentirse más retraídos con sus profesores Xel'Naga, ya que en cada Tribu corrían rumores salvajes e infundados sobre la supuesta traición de sus creadores. Intentando separarse completamente del resto de su raza, las Tribus empezaron a perder la conexión con su unión psíquica primitiva. La ruptura de la empatía inherente de los unos con los otros de los Protoss, fue la causante de la disolución de los últimos restos de unidad y hermandad entre ellos. La separación de la unión psíquica también fue el mayor signo para los Xel'Naga de que los Protoss trágicamente habían perdido el elemento más fundamental de su grandeza. Convenc idos de que habían cometido un grave error presionando su creación "fallida" a demasiada velocidad, los Xel'Naga decidieron abandonar Aiur para siempre. Los recelosos Protoss al oír de la partida de sus creadores, reaccionaron con un ataque precipitado y violento contra las naves-mundo de los Xel'Naga. Cientos de Xel'Naga resultaron Muertos a manos de los furiosos Protoss, los mismos que hace tan sólo unas décadas los habían adorado como dioses. Los Xel'Naga repelieron el temerario ataque de los Protoss y con tristeza lanzaron la mayoría de sus naves enormes al vacío sin caminos más allá de Aiur. Las Tribus Protoss que se habían quedado confusas y abandonadas desde la Partida, se volvieron unas contra otras en desesperación. Lo que siguió ha sido relatado como la guerra más sangrienta y violenta que halla tenido lugar en la historia galáctica: El Eón del Conflicto. Las furiosas batallas libradas durante el Eón del Conflicto duraron innumerables generaciones de Protoss, todas ellas dedicadas a perpetuar la cul pa de su abandono. A pesar de que no quedan muchos documentos de este "período perdido" de la historia Protoss, está claro que los Primeros Nacidos se convirtieron en legiones frenéticas de asesinos despiadados. Movidos durante siglos de odio irreflexivo contra sus hermanos, generaciones enteras de Protoss vivieron y murieron sin incluso conocer los legado de su pasado o la unión psíquica primitiva que sus antepasados una vez compartieron. Según cuenta la leyenda, incluso las mayores masas de tierra de Aiur fueron devastadas en la lucha épica entre las Tribus enloquecidas. Parecía que la totalidad de la, una vez gloriosa, cultura Protoss estaba al borde de la completa desaparición.


Khala: El Camino de la Ascensión



Aunque hubo muchos factores diferentes que llevaron al final del Eón del Conflicto, se cita un descubrimiento sin precedentes como la causa de los cambios radicales de la Segunda Edad. Mientras las enemistades morales seguían cobrándose víctimas en otra generación más de guerreros, Protoss un místico excéntrico tuvo una idea fundamental. El Místico, cuyo nombre verdadero ha quedado olvidado en los anales de la historia, al final recibió el nombre de Khas, o "el que trae el orden". Khas, habiendo estudiado las enseñanzas arcaicas prohibidas de los Xel'Naga, desenterró unos antiguos artefactos monolíticos conocidos como Cristales Khaydarin. Los cristales, olvidados por los apresurados Xel'Naga, eran fundamentales para facilitar sus experimentos protogénicos. Khas fue capaz de canalizar las energías primitivas de los Cristales a través de él mismo, permitiéndole el acceso a la unión psíquica primordial de su raza. Por primera vez en miles de años, se toco la fibra sensible primitiva de los Protoss. Khas, inundad o por las emociones que emanaban de cada uno de los miembros de su raza, supo que los Protoss no habían perdido su unión primitiva, simplemente habían olvidado como sintonizarse con ella. Horrorizado por las emociones bélicas que habían estado destruyendo su raza durante incontables siglos, Khas empezó a buscar una forma de curar los dolores abrazadores de su gente. Reunió a muchos Protoss jóvenes y enseño a la nueva generación de guerreros como tener acceso a su unión psíquica latente. Estos jóvenes, de repente libres para distanciarse del horrendo conflicto que les rodeaba, pudieron ver claramente que la lucha de su raza era un disparate. Creían que los Xel'Naga habían hecho lo correcto abandonándolos y que, debido a que la "esencia" racial había sido corrompida por el surgimiento del ego, eran, sin duda, una creación fallida. No obstante, mantenían que como su fallo inherente no era culpa suya, el conflicto interno de los Protoss y el tumulto racial no tenía base y estaba hueco. Khas desarrolló un sistema racial de progresión psíquica con la esperanza de disciplinar a la nueva generación y evitar que repitieran los trágicos errores de las generaciones pasadas. Siguiendo las teorías de Khas sobre la "corrupción de la esencia" de los Protoss, el Khala o el Camino de Ascensión pidió a los Protoss que olvidaran sus propios caprichos y se esforzaran por reunificar a su raza comunitaria, una vez tan poderosa. La mayor esperanza de Khas era que el Khala instilase un nuevo sentido de esencia y vitalidad en la raza Protoss. Poco a poco, muchos Protoss dejaron sus antiquísimas enemistades y se reunieron a las crecientes legiones de Khalai. Esto marcó el verdadero punto de inflexión del Eón del Conflicto y llevo a la fundación de la Segunda Edad. A medida que las terribles guerras iban disminuyendo y las Tribus otra vez empezaron a curarse y unirse, la premisa del Khala empezó a calar incluso en las raíces más profundas y fundamentales de la nueva sociedad Protoss.


Dae'Uhl: La Administración



El Khala, principalmente significó definir un sistema rígido de comportamiento, así como también produjo el cambio de una sociedad Tribal a un sistema de Castas. Todos los miembros de las Tribus Protoss fueron divididos en tres nuevas castas: los Judicatores, los Khalai y los Templarios. Este cambio funcionó para eliminar los últimos restos de viejas hostilidades entre las Tribus y reforzar la resolución de los Protoss para comenzar de nuevo. La casta de los Judicatores estaba compuesta de ancianos y hombres de estado Protoss cuya principal responsabilidad era gobernar a los Protoss con los dictados de la ley Khala. La Asamblea de Judicatores estaba regida por un pequeño grupo de Ancianos conocido como el Cónclave. La segunda casta, conocida como los Khalai, se componía de la mayoría de la sociedad Protoss. La casta Khalai representaba a los industriales, científicos y trabajadores que continuaban reconstruyendo sus tierras natales después de los duros conflictos del Eón de Conflicto. La tercera casta, llamad a los Templarios, eran los guerreros sagrados y los defensores de Aiur, quienes seguían las disciplinas del Khala para conseguir los elevados poderes psiónicos. Bajo el nuevo liderazgo del Cónclave y sus Administradores Judicatores, y armados con el celoso poder de los Templarios, los Protoss pronto reconstruyeron su diezmado mundo de Aiur, convirtiéndolo en un bullicioso paraíso. Con su creciente prosperidad, que les condujo a redescubrir muchas de las ciencias y estudios que habían perdido, los Protoss a viajar por las estrellas. En el curso de unos pocos cientos de años, los Protoss conquistaron cientos de mundos dentro de su rincón de la galaxia y extendieron los frutos de su gran civilización a muchas de las razas más avanzadas que encontraron. Con todo esto, los Protoss, sin proponérselo, tuvieron éxito al reclamar un octavo de los mundos que antes habían presidido los Xel'Naga. De acuerdo con los estrictos códigos del Khala, los Protoss asumieron la carga del Dae'Uhl o la "Gran Administración". Siguien do las antiguas tradiciones de los Xel'Naga, el Dae'Uhl exigía que los Protoss protegieran y salvaguardaran a las razas inferiores que vivían a su sombra. No obstante, a diferencia de sus predecesores, los Protoss se negaron a manipular o interferir en los procesos evolutivos de las razas inferiores bajo su protección. Siempre atentos contra amenazas xenomórficas, los Protoss observaban de cerca a sus pupilos que no sospechaban nada. Pero, igual que los Xel'Naga muchos milenios antes, los Protoss mantuvieron su presencia oculta a las razas inferiores que tenían a su cuidado. Muchos cientos de especies crecieron y prosperaron en los diferentes mundos de su espacio, si saber nunca que estaban secretamente vigilados desde las alturas.


Los Templarios Tétricos



A pesar de que su nueva civilización ilustrada crecía y prosperaba, el Cónclave Protoss mantenía un oscuro y vergonzoso secreto oculto a las masas. Había unas cuantas Tribus disidentes que se negaban a aceptar el Khala, creyendo que sus identidades individuales desaparecerían para promover aun más la regla de los Judicatores. Las Tribus Rogue no eran hostiles o militantes, pero creían que la agenda comunitaria del Cónclave sería la condena final de su raza. Por tanto, el conocimiento de las Tribus Rogue era mantenido en secreto, ya que el Cónclave creía que su aberrante influencia podría extenderse por toda la sociedad Protoss y destruir todo lo que Khas había conseguido. Convencido de que las Tribus Rogue constituían una amenaza palpable para el nuevo orden, el Cónclave ordenó a las fuerzas de Templarios que erradicaran a los disidentes. Los Templarios, dirigidos por un joven guerrero llamado Adun, no podían resignarse a acabar con sus desobedientes hermanos. En su lugar, el idealístico Adun intentó ocultar las Tribus Rogue de la vista del Cónclave. Adun creía que podría convencer a los Rogues de la verdad del Khala enseñándoles a manipular sus propios poderes psiónicos latentes. A pesar de que sus poderes eran iguales a los de los poderosos Templarios, los Rogues siguieron negándose a someter sus libres y apasionados espíritus al Khala. Sin la disciplina del Camino de Ascensión, los poderes de los Rogues aumentaron vertiginosamente hasta quedar fuera de control y liberaron horribles y devastadoras tormentas a través de los campos de Aiur. El Cónclave, sorprendido porque los Templarios no hubieran destruido a las Tribus Rogue, intento salvar la situación desesperada. Si el Cónclave castigaba a Adun y los Templarios por su insubordinación, sería forzado a reconocer públicamente la existencia de los Rogues. De esta forma, el Cónclave decidió desterrar para siempre de Aiur a las Tribus desobedientes. Los Templarios a las ordenes de Adun tuvieron que jurar silencio mientras los Rogues eran cargados en una antigua, p ero funcional, nave Xel'Naga y lanzados al vacío del espacio. Desde entonces la Tribus Rogues son conocidas como los Templarios Tétricos. Con el tiempo, la leyenda de los Templarios Tétricos se extendió por la faz de Aiur, estimulando las imaginaciones de muchos Protoss jóvenes. Para mostrar su desdeño hacia el Cónclave y sus lacayos Judicatores, los Templarios Tétricos se cortaron ceremoniosamente sus apéndices nerviosos, separándose para siempre de la unión comunitaria básica que comparten todos los Protoss. Por todas partes se rumoreaba que como los Cazadores de Sombras estaban separados de la fibra sensible de su raza, estaban forzados a extraer sus energías psiónicas del oscuro y frío vacío del espacio. Este cuento, sobre todos los demás, funcionó para incriminar a los guerreros vagabundos durante todo el tiempo. Cazados y temidos por sus propios hermanos, los Templarios Tétricos llevaban una existencia solitaria dentro de sus naves estelares. Viajando por todo el frío vacío del espacio, nunca dejaron de amar a Aiur y, de esta forma, trabajaron para salvaguardar su Mundo de cualquier forma que secretamente pudieran.


La Humanidad y la Llegada de los Zerg



Los Protoss fueron testigos silenciosos de la portentosa llegada de la Humanidad a su borde del espacio. Aunque los Protoss no estaban seguros del origen vagabundo de los Terran, sabían que esos volátiles humanos de vida corta serían interesantes de estudiar. Pasaron dos siglos en los que los Protoss observaron a los colonizadores Terran en ciernes, que tuvieron éxito creando colonias rudimentarias en una docena de mundos dentro de los límites de los Protoss. Aunque su tecnología era inferior a la de los Protoss, se adaptaron a los mundos en los que vivían y prosperaban. Los Protoss encontraban a los Terran fascinantes porque luchaban constantemente los unos con los otros, y aun así florecían y progresaban en sus tecnologías e industrias a pasos agigantados. Los Protoss estaban alarmados por la velocidad a la que los Terran acababan con los recursos naturales de sus diferentes mundos. A los ojos de los Protoss parecía que los Terran no tenían respeto por el delicado equilibrio de la naturaleza, mientras que corrían imprudentemente de un mundo al siguiente, dejando, en su partida, nada más que descampados estériles. Ordenados por los estrictos dictadores del Dae'Uhl, los Protoss tenían prohibido interferir directamente en los imprudentes Terran, por mucho que desearan hacerlo. Esta relación inconexa entre las dos razas duró muchos años. Pero en una misión rutinaria de exploración Protoss, se encontraron pruebas que marcaron una cierta perdición para los desventurados Terran. El Alto Templario Tassadar, acompañado por su famosa fuerza expedicionaria Templaria, encontró una cantidad de pequeñas construcciones biológicas flotando cerca de los límites del espacio Protoss. Después de una inspección más de cerca, Tassadar dedujo que los organismos alienígenas indescript ibles, eran en realidad sondas de espacio profundo. Aunque Tassadar no podía averiguar su punto de origen, estaba claro que se estaban dirigiendo al sector Koprulu de las colonias Terran. Tassadar llevó de vuelta las sondas vivientes a Aiur para su inmediato estudio. Los extraños alienígenas no se parecían a nada de lo que habían visto los Protoss hasta entonces. Las respectivas psicologías de las sondas estaban creadas aparentemente para el viaje y reconocimiento a través del espacio profundo. En un intento por discernir su procedencia, los Protoss enfocaron las energías de los Cristales Khaydarin a través de las minúsculas mentes de las sondas. Los Protoss no se lo podían creer cuando descubrieron que las sondas alienígenas respondían rápida y naturalmente a las potentes energías de los Cristales. Su sorpresa se vio aumentada por el hecho de que sólo las criaturas nacidas de la protogenética de los Xel'Naga podían procesar adecuadamente las energías de los grandes Cristales. Más alarmante era la vaga corriente de pensamiento que se repetía una y otra vez en los cerebros minúsculos de las sondas: "Encontrar Humanidad"... "Erradicar"... "Aprender"... "Evolucionar"... Los Protoss especularon que las sondas eran los precursores de una gran y nueva amenaza a su sección de la galaxia. Si las criaturas estaban creadas con tecnologías Xel'Naga, serían muy avanzadas y extremadamente poderosas. Para los Protoss estaba claro que esta nueva Raza constituía un peligro palpable para todos los seres vivientes y que, estuviera donde estuviera, el grueso de la raza, todavía debía estar buscando a los confiados colonizadores Terran. Los Protoss empezaron a enviar exploradores avanzados para buscar en las rutas espaciales circundantes cualquier signo de invasores alienígenas. Tassadar reivindicó que bajo los dictados de Dae'Uhl, era la responsabilidad elegida de los Protoss proteger a las razas bajo su observación. No obstante el Cónclave discutía que si la "inútil" raza de los Terran ya había sido infestada por alguna amenaza nueva, deberían ser quemados y erradicados. Comenzó un gran debate entre los Judicatores y los Templarios sobre como deberían implicarse en el inminente aprieto de los Terran. En lo único en lo que estaban de acuerdo las dos castas era en que las criaturas estaban indudablemente creadas con las ciencias Xel'Naga. Y si era cierto que estaban creadas por los Ancianos, sería mejor que los Protoss estuvieran en guardia. Se acordó enviar a Tassadar y su fuerza expedicionaria a controlar los mundos Terran, intentando discernir la severidad del peligro inminente. Para ello, Tassadar dirigió a su nave de mando, el Gantritho r, y a casi un centenar de otras enormes naves de guerra al sector Terran de Koprulu.


El Principio del Fin



http://visit.geocities.com/visit.gif?&r=http%3A//www.geocities.com/TimesSquare/Dragon/6512/historiaprotoss.htm&b=Netscape%205.0%20%28Windows%3B%20es-ES%29&s=1152x864&o=Win32&c=32&j=true&v=1.2
A la llegada al sector Terran, los exploradores de Tassadar encontraron evidencias de que la misteriosa amenaza alienígena había empezado a causar bajas en las colonias Terran. En una inspección más cercana, Tassadar encontró que la colonia limítrofe de Chau Sara estaba infestada por organismos alienígenas. La superficie entera de la colonia estaba cubierta por una sustancia tóxica espesa que erosionaba sin pasar la corteza del planeta. Para empeorar las cosas, los "alienígenas" mismos habían infestado o matado a la mayoría de los colonos humanos. Tassadar, horrorizado por la devastación, solo podía preguntar por qué los Terran no se habían apresurado a ayudar a su mundo asediado. El Cónclave, al oír de la suerte de la colonia ordenó inmediatamente a Tassadar que quemara el planeta entero para acabar con la infestación. Sabiendo que el fuego erradicaría toda la vida del planeta, Tassadar, lleno de tristeza, obedeció a sus maestros. Las pesadas naves de guerra Protoss cargaron sus armas y abrieron fuego sobre la confiada colonia. Esta costosa táctica tuvo éxito, destruyendo la infestación alienígena, pero todavía había algunos mundos cercanos que, sin duda, también estaban infestados. Tassadar fue ordenando quemar esos mundos y cualquier otro emplazamiento Terran que tuviera la mínima posibilidad de infestación. Trasladando su flota a la segunda colonia infestada de Mar Sara, Tassadar empezó a dudar de la moralidad de sus ordenes. Los guerreros Terran, cogidos totalmente por sorpresa, por el ataque inicial de los Protoss sobre Chau Sara, lanzaron una flota de naves estelares para interceptar a la flota de Tassadar. La flota Terran se preparo para defender la colonia de los Protoss justo cuando Tassadar ordenaba a sus naves que se apartaran y retiraran. Tassadar, luchando contra sus dudas interiores, no podía destruir Mar Sara o la flota que había venido a protegerla. Busco una forma de derrotar a los alienígenas sin eliminar arbitrariamente a la humanidad en el proceso. De esta forma, Tassadar se negó a cumplir las ordenes genocidas de sus Maestros. Permaneció con su flota fuera del alcance de los sensores Terran, esperando y observando mientras la presencia alienígena seguía.